Es un programa de recuperación que pertenece al plan terapéutico de los Alcohólicos Anónimos y que se encuentra en completa coherencia con las recomendaciones dadas por las tradiciones místicas. Además, es parte de uno de los métodos más conocidos y exitosos del control de adicciones, donde el tipo de creencias es el eje fundamental para tratar problemas concretos causados por el debilitamiento de la fe saludable.
• Sanarnos a través del fortalecimiento de nuestra fe saludable y superar problemas como las adicciones y otro tipo de dependencias o hábitos insanos.
• Reconocer un sentido superior de la vida y las fuentes reales que lo proporcionan.
• Aprender a utilizar herramientas sanadoras para nuestra propia vida y estar preparados como apoyo a quienes requieran nuestra ayuda en algún momento.
• Superar cualquier tipo de limitación que disminuya nuestra capacidad de servir sanamente a otros.
Aplicación de los 12 pasos
El programa de los 12 pasos tiene el principio de reconocer cómo ha sido nuestro comportamiento hasta ese momento y vislumbra cual es el mejor camino para sanar nuestros hábitos de vida. Entre sus propósitos principales, incluye el no hacerle mal a nadie y dar espacio a un sincero arrepentimiento cuando hemos hecho daño a alguien por actuar de forma desconsiderada o ensimismada. Esto, se manifiesta como una actitud sanadora hacia nosotros mismos. Esta terapia se trabaja en grupos de personas que han sido diagnosticadas por algo similar o entre animados a superarse o a afrontar la vida de una manera coherente y efectiva.
1. Admitir la debilidad y poca intensidad de nuestra fe y reconocer que nuestra vida se ha vuelto ingobernable. Este es el espíritu de necesidad de un creyente humilde, que clama por alguna ayuda que proviene de un plano superior.
2. Convencernos de un poder superior que puede devolvernos el sano juicio.
3. Decidir poner nuestra vida y voluntad al cuidado de la forma del Ser Supremo que nosotros concebimos. En este paso debemos aprender a aceptar y respetar la fe de cada uno de los integrantes del grupo. Además, nuestro Supremo Bienqueriente se identifica como un poder superior que está dispuesto, y es capaz de dirigir nuestras vidas. Este punto es muy interesante, porque aquí el Señor Supremo participa de manera activa haciendo que todos estemos listos para seguir Sus instrucciones. De acuerdo con las tradiciones místicas, esta es la única forma apropiada de acercarnos y conectarnos con Él.
4. Realizar un inventario moral de nosotros mismos, que nos permita recordar muchos detalles de nuestras actividades del pasado, con el objetivo maravilloso de aceptar nuestra responsabilidad por el daño que le hemos causado a la vida de otros. De esta forma, se crece al aceptar que no podemos continuar ignorando la miseria que le hemos causado a los demás. Por lo tanto, hacer un inventario es el primer y mejor paso para no repetir nuevamente los mismos errores y hacernos conscientes de cuantas deudas pendientes tenemos aún.
5. Admitir la naturaleza exacta de nuestros defectos. Este punto también es muy sabio, ya que permite que nos hagamos conscientes del impacto que nuestras equivocaciones han tenido. En primer lugar, se nos recomienda confesarnos con la Suprema Verdad por medio de oraciones y luego consultarle a una persona con más autorrealización que nosotros, que sea digna de confianza, contándole todo lo que hemos hecho y pidiéndole que sea nuestro guardián en todas nuestras etapas de recuperación. Como sabemos, las aves del mismo plumaje vuelan juntas, y la asociación con otros que tienen una vida ejemplar es ciertamente muy útil.
6. Estar completamente dispuestos a dejar que el Amor Divino nos libere de todos nuestros defectos de carácter. En este paso, nos dirigimos hacia el Ser Supremo y le pedimos que haga lo que sea posible para remover todos nuestros defectos. Ya que en realidad Él es el único que tiene tal poder.
7. Nuestro acercamiento al Amor Infinito es el principio de una nueva vida, que quizás nunca habríamos alcanzado si no hubiera sido por todo el sufrimiento que hemos tenido que vivir en primera instancia. En este paso, tenemos la posibilidad de experimentar la manera en que la Divinidad llega a nuestras vidas y nos otorga las bendiciones de tener determinación para vencer nuestras tendencias enfermizas, a pesar de ser algo realmente difícil. De todas formas, debemos saber que éste es un gran paso y que aún nos queda más camino por recorrer.
8. Hacer una lista de todas aquellas personas a quienes hemos ofendido y con las que estamos dispuestos a reparar el daño que les causamos. Este paso no sólo debe quedar en nuestra mente, sino que es fundamental hacerlo realidad.
9. Reparar directamente el daño que hemos causado a otras personas, excepto cuando al tratar de hacerlo podamos perjudicarlas más. En esta etapa, la sanación se manifiesta al pedir perdón y explicar el esfuerzo que estamos haciendo por cambiar. Aunque por supuesto, tenemos que tener en cuenta que es preferible no disculparnos con aquellos que sufrirán más al vernos directamente, sino que es mejor disculparnos de corazón mediante la visualización o enviándoles una carta. Así, todas estas personas sabrán que hemos tomado una gran decisión y que nos estamos esforzando por cumplirla.
10. Se continúa con el inventario personal y si llegamos a equivocarnos nuevamente, debemos admitirlo inmediatamente para remediarlo. La humildad no es asunto de un sólo día; sino que por el contrario, es un aspecto que debe acompañarnos durante toda nuestra vida, pero para lograrlo, es necesario haber desarrollado alguna comprensión. Una herramienta de trasformación la encontramos en la oración, ya que provee un cambio positivo a nuestras vidas.
11. La oración y la meditación mejoran nuestro contacto consciente con la Divinidad, pidiéndole que nos deje conocer Su voluntad para con nosotros y que nos de la fuerza para aceptarla y cumplirla. Aquí, se advierte la necesidad de aumentar nuestra conexión trascendental con el Señor Supremo; para obtener Sus bendiciones y poder realizar y cumplir Su dulce voluntad. Una hermosa oración que recomendamos es: “¡Oh mi Señor!, por favor déjame ser un instrumento de Tu Amor”. El que entre en este contacto cuántico, tendrá acceso al círculo sanador y podrá ir más allá de él, ya que nos permite acercarnos al Señor tal y como lo conocemos.
12. Obteniendo el despertar espiritual como resultado de estos pasos, se trata de llevar este mensaje a otros necesitados, para que practiquen estos principios en todos los aspectos de sus vidas. En otras palabras, se nos pide ser ayudantes permanentes de todas las personas que pueden estar sufriendo.
Este aspecto samaritano, es un principio divino que se encuentra presente en la naturaleza de la mayoría de las tradiciones místicas; que nos brinda la posibilidad de obtener aquello que estamos dando, es decir que si deseamos amor, debemos ofrecer amor. No debemos auto-engañarnos esperando algo bueno en nuestra vida por parte de los demás, si aún no estamos listos para darles lo mismo que estamos deseando. La preocupación por ayudar a los demás es obviamente notable en la historia de la humanidad y su exitosa permanencia nos demuestra el poder de la fe en la sanación.
El éxito de los 12 pasos prueba la validez de los conceptos de la Oidaterapia y reafirma que en gran medida el grado de sanación que se logra en un animado, depende de su compromiso. La práctica de las recomendaciones que se hace a través de la Oidaterapia nos ayuda a sanar grandes problemas y obstáculos que habitan en nuestro interior, en especial los relacionados con: El egoísmo, la lujuria, la ira y la avaricia.